Noctilucnt

Month: August, 2013

Un invisible mudo.

El amor de mi vida tiene labios en forma de corazón y le gusta besar y ser besado antes de dormir. Le fascinan los perros, se detiene en las calles para saludarlos y jugar con ellos. El amor de mi vida usa chaqueta de cuero, dice que le abriga aunque muere de frío haciéndose el galán. Tiene dotes de cocinero. Es cortés con la gente aunque sabe que no puede confiar en todos, una cosa no es igual a la otra. El amor de mi vida le gusta pasear en bici, tocar instrumentos y quedarse mucho rato en silencio. Su pelo es un brote de ideas en forma de nube. Le gusta mirarse los pies cuando se queda esperando en las filas, cuenta las hormigas que pasan a su lado. El amor de mi vida tiene voz de Manuel Campuzano  y habla perfectamente el francés. Conversa pausado y reflexiona de una forma única. No le da miedo la oscuridad pero le teme demasiado al exceso de luz. Es como una planta, su mente es escurridiza, acepta lo bueno y malo que la vida tiene para otorgarle. Tiene una sonrisa amplia y una mirada de niño; serio, pero dulce. El amor de mi vida se viste de traje y está a punto de soltar todo eso y relajar su alma. Quiere ir al sur, quiere recorrer parte del mundo y saltar en paracaídas. Tiene una familia a la que ama y acepta. El amor de mi vida es burlesco y se ríe de si mismo. No le molesta escuchar música nueva y es muy abierto respecto a gustos. Lee mucho y cree en los milagros. De repente no puede dormir y se pone a ver la luna, a parpadear junto a las estrellas.

El amor de mi vida es gigante y a la vez pequeño, está hecho de palabras y no tiene consistencia. Es más efímero cuando lo pienso.

El amor de mi vida no existe.

Cayendo lentamente, es como determino el principio de poner los pies en la tierra. Volver un rato minúsculo hacia la verdad de los otros. Silente y cautelosa.