Noctilucnt

8km

8km
y en este desvarío
que tan poco ya perdura
me alimento del recuerdo
de lo que evoca tu armadura
fuego, sol, llamas
tu corazón para mi
es como un sigilo inminente
descabellada ternura

Verano atemporal

Un corazón que se sincroniza

silencioso bajo la bruma de la noche

con vida propia se sale del pecho tembloroso

se unta con los vapores del fuego

y se acomoda en los brazos de la luna.

Un corazón late inmenso y contrariado.

Septiembre

La seguridad a veces está de buenas, esperando a la vuelta de la esquina, con una cigarro entre los labios y de brazos cruzados. Sin angustias. Pero la primavera ya trajo a los demonios, a los orificios sin fondo y las palabras rasgadas que sobresaltan en el desequilibrio del borde, de mi borde. Pequeña ceremonia, sobrecogedora y vertiginosa quietud, abriendo mis dudas, cerrando los pormenores. Porque siempre se desestabiliza y se rompe la cordura.

Pero tengo mis propios deseos que se han sellado. Para querer en tanto, porque…

Podría estar segura en estos instantes, en lograr negociar las distancias que me deparan ante ti, armar los parlamentos más adecuados para cobijarte e infringir las reglas que me imparte la sociedad para arrancar de las violencias que nos rodean, abruptamente. Me siento verdadera, fluyendo ante tus dedos, exquisita y con sutil sensibilidad, porque todo vibra en mis huesos ante tus dedos.

Julio

Amontonaditos en recipientes transparentes,
tus ojos me recuerdan que están
que me dan tus manos, que me dan la pupila de tus manos
y se figura en el iris su sonrisa nítida
cuajándose refractados en colores, armándose de a poco
convertido en oro, probablemente un tesoro
ese que está al final del arcoiris,
por siempre oro.

CÓMO CREAR FACILMENTE UN CALENDARIO ASTRONÓMICO

Junio

Quédate, quédate cerquita en esta noche fría
desvela mis sueños
despeinemos nuestras palabras
desordena mi desorden mas nunca me avises.
Ven, dibuja tu sonrisa sobre la mía.

Un dulce palpito

Estoy sutilmente cubierta de tus mantos, abierta de par en par como un trozo de nieve que cae vaporoso en el suelo y se calienta tras una leve mirada que se suicida sobre mis ojos. Cómo diría tan bien esa canción, “hay algo oculto en cada sensación, mi corazón se vuelve delator y la fiebre volverá”. Oh, no sé qué me está pasando. No lo quiero evitar y aún así me escondo esperando que mis pulsos no se aceleren con más intensidad, tratando de que no me agarre desde mis muñecas, pero exigiendo con ímpetu que sostenga mis clavículas, y al fin, como si fuera una hoja de otoño, dejar desprenderme por completo de cualquier lugar en el que esté y dejar que mi esqueleto se erice y se desarme con una sola sonrisa, una tenue y maliciosa sonrisa. Tuya.

“Tal vez fuera …

“Tal vez fuera demasiado serena y consciente para ellos. Es posible que algunos lo interpretaran como muestra de frialdad o de orgullo. Sin embargo, se podía percibir algo cálido y vulnerable oculto tras esa fachada. Y ese algo, pese a ocultarse en su interior más recóndito, deseaba, igual que los niños pequeños cuando juegan al escondite, que alguien lo descubriera un día.”

Murakami

Pequeño caminante dormido

Aquí, habitante del cosmos

intergaláctico presuroso de espacios infinitos

lleno de todo, calzando con la nada.

Un pequeño que cierra de cuajo su corazón pintado de nubes

un caminante que abre los ojos para contemplar la mañana

un dormido que besa sin darse cuenta

a las flores, a los pies del mundo, a las palabras que vuelan.

Mi destino es la magia

Si para ello he de seguir sola… Muy bien. Que así sea. No necesito a nadie más. A nadie en absoluto.

Laura Gallego